EL TESTIGO: CAÍN Y ABEL
JESÚS ABAD COLORADO
Jesús
Abad Colorado, comunicador social y fotoperiodista oriundo en Medellín, fiel amante y seguidor de la paz. Por más de
25 años ha seguido de cerca el conflicto armado colombiano, solamente
acompañado de su cámara y de sus ganas de captar lo que realmente sucede
humanamente en aquellos lugares golpeados por la violencia. Más allá de mostrar
el dolor, este colombiano de familia humilde, que vivió de primera mano
asesinatos de familiares a manos de grupos al margen de la ley, pretende
mostrar las cosas buenas que el mal pretende arruinar.
En el
documental “El testigo: Caín y Abel”, Jesús Abad Colorado plasma las
fotografías más aberrantes de las actuaciones de estos grupos armados como la
extinta FARC, el ELN, las AUC o las AGC, pero también las fotografías más
esperanzadoras que nos hacen pensar en una mejor sociedad, un mejor país, en la
tan anhelada paz. La historia de la guerra en Colombia, tiene bastantes
actores. Lo que empezó con un grupo de campesinos que se armaron para proteger
al pueblo se convirtió en una máquina de muerte, de extorsión, de corrupción,
de narcotráfico, y de apoderamiento de tierras ilegalmente. Sin contar con los
millones de familias desplazadas por estos grupos.
Ataques
terroristas como el que vivió Bojayá, más conocida como “La masacre de Bojayá”
perpetrada por las FARC el 2 de mayo de 2002, en el marco del enfrentamiento de
dicho grupo armado con las AUC, por el mandato sobre el río Atrato, fue uno de
los más sangrientos y rechazados por el país y el mundo entero, pues el frente
58de las FARC bajo el mando de Jhover Man Sánchez Arroyave alías “El Manteco”,
lanzó una “pipeta” o “cilindro bomba” al interior de una iglesia católica,
mientras allí se celebraba una eucaristía. En este lugar murieron
aproximadamente 110 personas y quedaron heridas aproximadamente 95. Miles de
desplazados, el pueblo destrozado por los enfrentamientos. Pero por otro lado,
el perdón de las personas, el perdón de los afectados, pues el amor es más
fuerte que todas las desgracias igualmente el perdón. Como lo dice el gran
filósofo y cantante Gilberto Santa Rosa: “lo grande que es perdonar”.
O
también lo sucedido en Granada, Antioquia. Pues dicho municipio es un punto
estratégico en la región, ya que se encuentra cerca a la Autopista
Medellín-Bogotá, su ubicación como lugar de paso entre el Valle de Aburrá y el
Magdalena Medio y su cercanía a las centrales hidroeléctricas del Oriente
antioqueño razones de las que
se pegaron los grupos armados para hacer de las suyas y dejar. En uno de esos
ataques, dejaron 258 viviendas destruidas totalmente, 23 muertos, entre ellos 5
policías. Pero por otro lado, la esperanza de la que tanto habla Jesús Abad,
“Chucho” como prefiere que le digan. Ese mismo día, mientras recogían los
cuerpos de los que fallecieron en el pueblo, una pareja entraba a la misma
iglesia dónde estaban dando el último adiós a los fallecidos, a casarse. Ella
con un vestido blanco, con una cola de más de 5 metros, como toda una princesa,
llegaba al altar rodeada de cuerpos inertes y de personas cargadas de dolor.
Finalmente,
y para no alargar el asunto, extiendo la invitación a que se acerquen a ver la
exposición fotográfica que el mismo Jesús Abad presenta en el centro de Bogotá,
exposición titulada de la misma manera que este escrito: “El testigo: Caín y
Abel”. Chucho nos invita a creer en la paz, a hacer crecer en nuestro interior
y en nuestra sociedad esa esperanza, esa que es la última que se pierde, nos
invita a reflexionar y a creer en un mejor país y nuevamente a creer y a hacer
la paz. Y en palabras de Jesús Abad Colorado a apostarle a la vida y a entender
que este país el amor es el que vence a la guerra.
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